Peor que muchos fracasos son
pocos intentos.
Así dijo
Thomas Alva Edison el inventor de la lámpara eléctrica luego de 1073 intentos
fallidos. Era el año 1879 y Thomas ya había invertido $40,000 (una millonada en
aquel entonces). Había probado más de 6000 filamentos vegetales tratando de
encontrar un conductor de energía, los cuales habían sido enviados de países
lejanos, y todavía todo parecía ser un fracaso.
Varias veces
Edison había reunido a varios personajes importantes para ver el gran
acontecimiento y todo el tiempo terminó
avergonzado. Sin embargo, Edison siguió y siguió con la idea fija. Un día
Edison decidió que el filamento apropiado tenía que ser de algodón carbonizado
y arregló todo para probarlo el 21 de octubre de 1879. El voltaje fue aplicado
a las terminales y de a poquito una tenue luz naranja fue emergiendo del frasco
de vidrio... Para cuando Thomas Alva Edison murió, el mundo entero sabía acerca
de la luz eléctrica y miles de ciudades ya estaban completamente iluminadas de
noche.
En una
ocasión se le preguntó acerca del secreto de su éxito. Edison respondió: «Tenemos
que aprender que es bueno fracasar. El genio es 1 % inspiración y 99%
transpiración».
Fracaso
sinónimo de aprendizaje seguida de transformación
Lo que llamamos fracaso es en realidad un impase,
un problema, atolladero, complicación, inconveniente, molestia, trababa,
obstáculo, aprieto, apuro, conflicto, dilema, enigma o cualquier otro termino que utilicemos para justificamos y
auto-limítanos.
No obstante este fracaso en realidad viene a ser una
experiencia de aprendizaje, porque el fracaso y el éxito son en realidad las
dos caras de la moneda, llamada progreso o transformación. No existe el
éxito sin pasar por la experiencia de los intentos fallidos, la frustración y
la determinación de volver a comenzar, tal como Edison.
El aprendizaje significa que, a partir del error
adquirimos nuevas estrategias para la acción y los resultados. Es así que en
realidad todo obstáculo viene a ser la materia prima del aprendizaje para la
acción. El error confronta nuestro ego, nuestras creencias y paradigmas, pero
también nos invita o mejor dicho nos incita a desarrollar nuevas
miradas que posibiliten crear caminos donde sólo vemos aprietos,
conflictos o enigmas.
"No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de como no hacer
una bombilla."
Thomas Alva Edison
Todo
obstáculo es un tiempo de auto-descubrimiento
Cuando la persona tiene claro el propósito a conquistar,
también les es fácil encontrar el camino a seguir; evidentemente en su entorno
encontrara fuerzas que se oponen al logro de sus objetivos, ellos también son
un reto al cambio, e incluso cumplir con las demandas de la oposición es parte
del camino para desarrollar el propio potencial. Recordemos que la oposición y
el potencial caminan juntos. Cuando evitamos equivocarnos, o exponernos, seguimos
en el círculo de comodidad o conformidad.
El fracaso es la oportunidad
para experimentar y descubrir si nuestros paradigmas y creencias resultan ser
prácticas estériles o equivocadas. El fracaso es una invitación a contra atacar,
a cambiar el rumbo, a salir del círculo de la conformidad y estancamiento, para
explorar nuevas posibilidades para la acción. El fracaso es un momento de
bloqueo, seguido por un tiempo de cambio y auto descubrimiento.
Todo inconveniente invita a cambiar las reglas del
juego
Cuando el problema aparenta ser un callejón sin
salida, lo único que queda es ir hacia arriba...
Todo inconveniente reta a nuestro ingenio y capacidad creativa para
reinventa y reinventarnos, es la oportunidad para trazarnos nuevos mapas y
cambiar las reglas del juego.
El fracaso es una invitación hacia el abandono y la búsqueda; es
renunciar a viejos hábitos, actitudes, creencias, métodos, técnicas etc. para
cambiar de perspectiva y descubrir nuevas estrategias, comportamientos, modos, teorías,
personas, países, etc.
El mismo abandono implica un reconocimiento de nuestro
poder para reinventarnos y adaptarnos al cambio de manera pro-activa, saliendo
en la búsqueda de oportunidades y puentes que allanen el camino nuevo. Cambiar las reglas
del juego incluso significa ir contra los que nos pronosticaban una derrota
asegurada.
“Si
quieres obtener resultados diferentes tienes que hacer cosas diferentes”
Albert Einstein
Todo atolladero es el precedente a un portento
La historia nos muestra a personas que se
atrevieron a cambiar de juego, cuando las circunstancias los empujaban al
precipicio de la derrota, ejemplos:
- Albert Einstein no llego hablar sino
hasta los cuatro años, su profesor le decía que actuaba como un retrasado
mental…
- Los
padres de Enrico Caruso querían
que el muchacho llegara a ser ingeniero. Su maestro decía que no tenía
buena voz y que nunca llegaría a ser un buen cantante…
- A Walt Disney lo
despidieron de un periódico por que le faltaban ideas. Estuvo en bancarrota
varias ocasiones antes de construir Disneylandia.
- Beethoven tocaba mal el violín;
por eso se dedico a ser compositor pero su maestro le decía que seria un
mal compositor
- Cuando
cursaba sus estudio universitarios Louis
Pasteur era un mal estudiante; de 22 estudiantes él ocupaba la
posición numero 15
- Newton
fue un mal estudiante cuando cursaba la primaria
- León Tolstoi fracaso en el colegio.
De el algunos decían que era “torpe e inepto en letras”
- Henry Ford fracaso cinco veces en
los negocios antes de fundar su gran empresa
- Winston Churchill fracaso en 6to año de
primaria. Y no llego a ser ministro de Inglaterra hasta los 66 años
- Abraham Lincoln tuvo que
librar con 28 años de fracasos políticos antes de llegar a ser presidente
de los Estados Unidos
- Steve Jobs no concluyo sus estudios
universitarios, y fue despedido incluso de su propia compañía, pero desde
su garaje fundo a Apple y en su exilio de Apple fundo Pixar, regreso a
Apple y revolucione el mundo de las telecomunicaciones y la industria de
la música.
- El 28 de diciembre de 1895
los hermanos Lumière presentaron oficialmente el cinematógrafo, pero ésta
fue considerado una atracción menor en ese época, y no fue hasta que George Méliès comenzó a simular experiencias mágicas
creando rudimentarios pero eficaces
efectos espéciale, que el mundo reconoció su potencial.
No es posible que los problemas del mundo sean
resueltos por exceptivos y pesimistas, cuyos horizontes están limitados por sus
obvias realidades.
Necesitamos personas que piensen en cosas que no se
han pensado, sueñen en cosas que no se han soñado y se pregunten ¿Porqué
no?
W
Kimball

¿Que podemos hacer diferente para que esto Si
Suceda?
El fracaso es
sólo la oportunidad para comenzar de nuevo, con la ventaja de lo aprendido y
con la libertad de lo no experimentado aún.
El fracaso es
la escusa perfecta para cambiar y e incluso ir en contra de aquellos que no
creen en nosotros.
El fracaso es
la franca oportunidad para justificar el dulce placer del logro y la
satisfacción de alcanzar algo, creído imposible por los demás.
El fracaso es
la mejor oportunidad para creer en ti
Del cerebro retorcido y ecléctico de Mine
No hay comentarios:
Publicar un comentario